Obra fílmica perdida
La primera mitad de la década de los 90 del siglo pasado fue la de los primeros proyectos fílmicos…, y la de los absolutos fracasos. No conseguí acabar ninguno, pero de todos han pervivido elementos que posibilitan el recuerdo de aquellas pruebas en video, voluntaristas, sin medios ni presupuesto, y prácticamente sin actores profesionales; ninguna llegó a montarse, y ahora tienen para mí la belleza de las ruinas.
Pasión (1990) lo escribí y dirigí con Juan Manuel Soler. Se encuentra perdido, excepto el cartel de cabecera, el guion y tres fotografías del rodaje. Era una suerte de historia de Jesús de Nazaret, pero muy kitsch, con una banda sonora que ahora llamaríamos retro. Lo filmamos en la azotea del edificio de mis padres, en Valencia. El ahora geógrafo Carles Sanchis Ibor (Jesús), su compañera Merche Román (María Magdalena) y Luis Sanchis (Jesús niño) interpretaron los principales papeles. En la filmación intervino también Rafael Mompó –quién con el tiempo recalaría en el desaparecido Espacio Moma–, y se pasó por el set de rodaje Alejandro Vila, líder de la banda de música Ablativo absoluto.
Postemas (1991), más próximo al videoarte que al discurso fílmico, era una serie de imágenes del cerebro de un cordero, y un texto filosófico lleno de citas. No conservo ninguna imagen, ni tampoco el guion, tan solo anotaciones en mi diario de aquel año con reflexiones sobre cómo planificarlo. Lo filmé en la cocina de la casa de mis padres, sin banda de sonido.
Esculpirte, amar (1992), también coescrito con Juan Manuel Soler, con guion perdido, pero del cual empezamos los ensayos con las actrices, compañeras nuestras en Filología algo más jóvenes, Natalia Gil y Ana Alejos. Nos reuníamos en el local de la Asociación Colegial de Escritores, en el último piso del edificio de la calle de San Vicente Mártir, n.º 2, de Valencia, gracias a las gestiones de José Ramón Romero.
Cynthia (1993) iba a estar protagonizado por el actor Javier Salinas, quien estrenaría en 1995 nuestra pieza teatral Como tú en la Sala Triángulo de Madrid. El guion, perdido, fue leído por Juan Manuel Vera Selma, quien iba a participar de alguna forma en el rodaje. Contactamos con una actriz, conocida de Javier, de la cual no recuerdo el nombre, y mantuvimos los cuatro una primera reunión de trabajo. Únicamente recuerdo que queríamos filmarlo en un depósito de cadáveres, puesto que el protagonista masculino trataba de llevarse el cuerpo de su amada.
Cynthia (1995) comparte título con el anterior proyecto, pero no tenía nada que ver con él, salvo mi fascinación por la amante de Propercio. Lo coescribí con el actual historiador y profesor Javier Navarro, e iba a protagonizarlo Lluís Fornés. En aquel instante, copresentaba y codirigía, con Eduardo Oltra, el programa cultural La força de les paraules (1994), en la Televisió Municipal de Puçol, y acabamos involucrándola. La cadena estaba dirigida por la escritora Mercè Claramunt, y trabajaban en ella Fernando (alias Ricardo) y Juanqui, con los cuales estuvimos de fiesta varias veces. Fue Ricardo quien contactó con dos bellísimas gogós, una valenciana y una dominicana, para los papeles principales. En la dirección de fotografía, figuraría el escritor y fotógrafo portugués José Manuel da Rocha Cavadas. Conservamos el guion, pero no se inició el rodaje a pesar de las diversas reuniones de “trabajo” que mantuvimos.
Entre esta fecha y la del siguiente proyecto frustrado, escribí el guion, los textos, la planificación y parte de las fotografías del relato gráfico El suañu d’Elsa (con modelos reales y fotografías en vez de dibujos, es decir, lo que sería una antigua fotonovela). La sesión se realizó en el mes de marzo de 2002, y salió publicado en las páginas 46 y 47 del número 12 de la revista asturiana ElSummum en 2004. Las fotografías están firmadas con Rosa María Rodríguez Magda, y los modelos fueron Juan Manuel Soler y la fotógrafa Netele Fuentes. La pieza es una suerte de prolongación de mi obra Elsa metálico (1997), y por eso el título se encuentra en asturiano.
Del mismo año, y a modo de curiosidad, es un proyecto vinculado a la imagen: el libro de autorretratos manipulados manualmente Trànsits (2002), realizados en un trayecto Salamanca-Valencia el año anterior. Conté con un prólogo del director de cine y escritor asturiano Ramón Lluis Bande.
Un año después, inicié el trabajo sobre El Ragudo (2003); creo que conservo el guion y algunas pruebas iniciales de rodaje. Era un falso documental sobre la famosa chica de la curva.
Carlemany (2004) también se quedó solo en proyecto. Rodamos algunos planos con una serie de esculturas, y el protagonista era el personaje del título, que correspondía a una marioneta comprada en Palermo el invierno de ese año. Se trataba de una reflexión sobre la derrota del emperador y la victoria de los vascos, entonces todavía paganos, en los Pirineos.
Al inicio de 2006, empecé los contactos con las futuras protagonistas de Lèucada (2007): la actriz y dramaturga Victoria Enguídanos y la actriz Anna Cediel. Desgraciadamente, la enfermedad y muerte de mi padre imposibilitó el rodaje hasta 2007. Lo filmamos en Vara de Quart, y colaboraron en el rodaje la mencionada Netele Fuentes, y el escritor y artista puertorriqueño Eduardo Lalo, quien pasaba unos meses en Valencia. La grabación visual y sonora está desaparecida (no perdida, espero), pero no lo llegamos a montar nunca. Conservo el guion y algunas fotografías. La historia era una transposición al tiempo actual de la despedida de Safo de su amada en la isla de Léucade.
Un año después, volví a plantear un relato gráfico, esta vez sobre la vida de Jesucristo: Vita Christi hodie (2008). La idea era involucrar a varios fotógrafos para que tomaran imágenes, y realizar después una exposición y un libro. Llevamos a cabo un par de sesiones: con Netele Fuentes y con Sebastián Romero Márquez. Las de la primera se perdieron en un colapso de su ordenador; del segundo, ha quedado alguna, además de las fotos de una de las sesiones, tomadas por Rosa María. Para el papel de Jesús, conté con el actor y dramaturgo Antonio Escámez, a quien conocí a raíz de la representación de la obra Lorca a La Nau, en el Festival de Sagunto de 2008, de la que yo era coautor.
Nueve años pasaron entre esta fecha y la realización de Círculo de Ur (2017), primera pieza cinematográfica escrita, dirigida, montada y estrenada que pude llevar a cabo. Se trata de una obra que dispone ya de su entrada propia en mi catálogo.