In hoc signo vinces
Uno de mis libros malditos. Nunca revelaré quién es el autor de la obra homónima en cuyo título me inspiré… a contrario. Son aforismos escritos desde una conciencia pagana y nacionalista paneuropea, con un tono muy radical. En ciertos sectores políticos tuvo buenas críticas. Fue traducido al estonio, alemán, francés e italiano (a estos últimos no en su totalidad). Junto con Alma, inauguró una nueva etapa en mi producción. Todavía lo releo con orgullo.